El mandatario colombiano ordenó parar la adjudicación para explorar la embarcación hundida y dejará esa tarea en manos del próximo Gobierno.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció este lunes la suspensión de la licitación para buscar y explorar los restos del Galeón San José. Según los argumentos del mandatario, será responsabilidad del próximo Gobierno, a cargo de Iván Duque, dar curso a esta misión.
Santos explicó que este 23 de julio era la fecha de cierre y posible adjudicación de la Alianza Público Privada para llevar a cabo la investigación. Sin embargo, como existen medidas cautelares en las que la Justicia aún no se ha expedido, el jefe de Estado señaló que tomó la decisión de "suspender los términos del proceso en curso" por respeto a esas instancias judiciales, "al Estado de derecho y garantizando la seguridad jurídica de todos los sujetos que aquí han intervenido".
No obstante, el presidente destacó que desde que anunció el hallazgo en 2015 se han "antepuesto los intereses culturales y científicos a cualquier otra motivación". Esta declaración se inscribe en las críticas realizadas por diversos arqueólogos e instituciones respecto a que, el único interés, parece ser recuperar el tesoro que se transportaba en el barco.
Frente a eso, Santos enfatizó que entrega "un sitio arqueológico sin intervención alguna, enriquecido, en cambio, de conocimientos, y con un modelo completo de gestión que incluye los recursos económicos necesarios para su intervención científica".
La historia del Galeón
La embarcación de origen español, hundida en 1708 durante una batalla con buques británicos, ha sido apodada el 'Santo Grial de los naufragios' debido a su carga significativa de oro, plata y piedras preciosas.
Por ese motivo, sus restos han sido objeto de batallas legales entre varias naciones, así como compañías privadas que buscan hacerse con los derechos de este tesoro hundido. Cuando el Gobierno colombiano informó que lo había encontrado, la compañía estadounidense Sea Search Armada afirmó que ya había registrado su ubicación en 1982. La respuesta de Colombia fue que no se trataba del mismo lugar. De hecho, la ubicación exacta del barco sigue siendo un secreto de Estado.
El Gobierno colombiano abrió el año pasado una licitación para atraer a inversionistas dispuestos a explorar los restos y recuperar el tesoro. Sin embargo, esto fue lo que Santos puso en pausa ahora con el fin de dejar esa tarea al presidente que lo sucederá en el cargo dentro de dos semanas.