El 10 de enero de 1765 la fragata española 'Purísima Concepción' zarpó de Cádiz con destino a Lima. Sin embargo el destino hizo que encallara en la costa atlántica de Tierra del Fuego, donde sus tripulantes convivieron con la población indígena. A más de 250 años del naufragio, un grupo de arqueólogos reconstruye los hechos.
La historia de la fragata 'Purísima Concepción' es poco conocida, pero tiene todos los ingredientes para ser una novela del género pirata, no solo porque sus casi 200 tripulantes sobrevivieron, sino porque se organizaron y construyeron, durante tres meses, una nueva embarcación que les permitió salir de la zona inhóspita donde habían encallado.
Un episodio épico que un grupo de arqueólogos está rastreando y buscando recuperar. Este equipo está liderado por Dolores Elkin, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.
"Que convivan armónicamente con los indígenas no es algo habitual en la historia del período colonial. Además construyeron otro barco con los restos del naufragio, utilizaron las maderas y los herrajes, con el cual regresaron al Río de la Plata", explicó la especialista en arqueología subacuática.
La expedición se realizó en diciembre de 2017 y fue financiada por The National Geographic Society, con apoyo de instituciones gubernamentales de Argentina, así como de sponsors privados.
En esta búsqueda arqueológica se encontraron piezas de artillería y cerámicas españolas como las de la vajilla del Purísima Concepción, lo que hizo pensar que efectivamente habían encontrado la zona del naufragio y del campamento donde se asentaron los tripulantes.
Pero no es el único registro. Para la reconstrucción de la historia de la fragata, además del trabajo de campo, también se realizó una investigación de más de dos años, con análisis de documentos históricos, entre estos un diario de viaje. La bitácora recoge la travesía, el armado del nuevo navío, y el vínculo con los indígenas.
"Relata la despedida, el momento en que los españoles se van. Cuando está flotando el nuevo barco. Y dice que los indígenas les hacían gestos de despedida, que los siguieron un tramo por la costa, saludándolos", contó Dolores Elkin.
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